En un suceso que recuerda a la película ‘Up’ de Disney Pixar, Huang Ping, un adulto mayor en Jinxi, Shanghái, rechazó una oferta del gobierno de $220.000 dólares (aproximadamente 900 millones de pesos) por su casa.
La propiedad estaba destinada a ser demolida para la construcción de una nueva avenida, pero Ping se negó a vender para preservar su hogar y la historia de su familia.
A pesar de la negativa, el proyecto vial continuó, rodeando la casa con la nueva infraestructura, lo que ha afectado gravemente la calidad de vida de Ping y su nieto de 11 años debido al ruido, los residuos de construcción y las constantes vibraciones.
Ahora, enfrentándose a esta realidad, Ping lamenta no haber aceptado la oferta inicial: «Si pudiera volver atrás, aceptaría la oferta. Ahora siento que perdí una gran oportunidad», expresó.
El caso de Huang Ping no es único en China, donde muchos hogares se resisten a ser desplazados por grandes proyectos urbanos, conocidos como «dingzihu» o «casas clavadas».
Este fenómeno refleja la lucha de muchas familias por mantener sus hogares a pesar del avance del progreso.