En un movimiento que está dando mucho de qué hablar en el mundo político, Nicolás Maduro está reforzando sus lazos con Vladímir Putin, el presidente de Rusia. La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó un acuerdo clave para profundizar esta alianza, mientras la tensión con Estados Unidos sigue subiendo. Esta movida de Maduro, que busca el apoyo de su «padrino militar», se da en un momento en que las relaciones con Washington están por los suelos.
El pacto, conocido como el Tratado de Asociación Estratégica, cubre áreas como energía, defensa y tecnología. La idea es que Venezuela se sienta más segura frente a lo que perciben como una amenaza de agresión externa. Por eso, también se crearon foros internos como el Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, que une a diferentes sectores para mostrar un frente unido. El chavismo ha dejado claro que cualquier ataque extranjero recibirá una respuesta contundente.
Este acercamiento con Rusia no es casual. Se da justo cuando la justicia estadounidense acusa a Maduro de estar metido en el llamado Cartel de los Soles y ofrece una millonaria recompensa por su captura. Mientras tanto, Estados Unidos ha aumentado su presencia militar en el Caribe, lo que el gobierno venezolano ve como una provocación. Para Maduro, fortalecer su relación con Putin es la forma de responder a esta presión y blindarse ante cualquier acción de Washington, demostrando que tienen aliados de peso en el ajedrez geopolítico.