«Gaza es la octava guerra que resuelvo, falta la de Ucrania, soy el pacificador del mundo y aún así no me dan el Nobel de paz»; Donald Trump

Desde Washington, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás representa el octavo conflicto internacional que ha logrado resolver durante su mandato. En una reunión de gabinete, el mandatario afirmó que su intervención fue clave para alcanzar la tregua en Gaza, y adelantó que su próximo objetivo será poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. “Resolvimos siete guerras, y esta es la número ocho. La de Ucrania también va a suceder”, declaró.

Trump, quien buscaba posicionarse como candidato al Premio Nobel de la Paz, ha insistido en que su política comercial, especialmente el uso de aranceles ha sido una herramienta efectiva para frenar conflictos armados. “Los aranceles han traído paz al mundo”, dijo en entrevista con Fox News, destacando que su estrategia ha permitido acuerdos con países como Camboya, Tailandia, Kosovo, Irán y Etiopía. Aunque expertos señalan que muchos de estos pactos no han sido formalizados como tratados de paz, el presidente sostiene que sus gestiones han salvado millones de vidas.

El acuerdo entre Israel y Hamás contempla el cese de la ofensiva israelí en Gaza y la liberación de los rehenes, que según Trump, podrían ser liberados entre lunes y martes. Además, expresó su intención de asistir a la ceremonia de firma del pacto en Egipto, asegurando que este paso conducirá a una “paz duradera”. Mientras tanto, lamentó que en Ucrania se sigan perdiendo unas 7.000 vidas por semana, principalmente de jóvenes soldados, y reiteró que aunque el conflicto no afecta directamente a EE.UU., “nadie quiere que eso ocurra”.

Con estas declaraciones, Trump refuerza su narrativa de líder pacificador, aunque sus afirmaciones han generado controversia por la falta de evidencia concreta sobre la resolución definitiva de los conflictos que menciona. Aún así, su discurso apunta a consolidar una imagen de diplomacia directa, donde según él basta con hablar para detener una guerra.