El Pentágono ha intensificado de manera alarmante su presencia militar en la región del Caribe durante las últimas 24 horas

En las últimas 24 horas, Estados Unidos ha puesto en marcha una operación aérea de gran escala en el Caribe, siguiendo órdenes directas del presidente Trump. El epicentro de esta maniobra está en Puerto Rico, donde aterrizaron varios aviones militares de alto calibre, incluyendo los gigantes C-17 Globemaster III y los versátiles C-130J Super Hercules. Todo apunta a una estrategia de presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

El despliegue no se queda corto: además de los aviones de carga, se suman aeronaves de vigilancia como el P-8A Poseidon y tanqueros como el KC-135 Stratotanker, que permiten reabastecimiento en pleno vuelo. También se han movilizado buques de guerra y cazas F-35, lo que indica que la operación tiene un alcance más amplio de lo que se ve a simple vista. Las fuentes militares aseguran que hay vuelos no reportados que refuerzan esta presencia.

Aunque no se ha confirmado una acción directa, el ambiente está cargado. La acumulación de fuerzas cerca de Venezuela sugiere que Washington busca enviar un mensaje claro al régimen de Maduro.