Desde el pasado miércoles 24 de septiembre se ha desató una ola de especulaciones sobre la presunta muerte de Raúl Castro, de 94 años, histórico líder del régimen cubano y hermano del fallecido Fidel Castro. Según reportes extraoficiales, el exmandatario habría sido trasladado de urgencia al Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (Cimeq) en La Habana, donde ingresó en camilla a la Unidad de Apoyo Vital.
Medios informaron que el hospital fue rodeado por un inusual despliegue de seguridad estatal, lo que alimentó las versiones sobre un posible agravamiento de salud. Aunque se ha mencionado que Castro padecería cáncer de esófago y recto, ninguna fuente oficial ha confirmado su estado clínico ni su fallecimiento. El gobierno cubano guarda absoluto silencio, lo que ha encendido las alarmas en medios internacionales.
La falta de transparencia ha generado incertidumbre en la isla y fuera de ella. Periódico Cubano, uno de los medios más reconocidos del país, aseguró que no ha logrado obtener confirmación oficial sobre el ingreso hospitalario ni sobre el supuesto aumento de seguridad. Mientras tanto, en redes sociales circulan mensajes que dan por muerto al exlíder, aunque sin respaldo verificable.
La posible muerte de Raúl Castro marcaría el fin de una era en la historia política de Cuba, pero hasta que el régimen se pronuncie, todo sigue siendo una incógnita. ¿Está Cuba ocultando la verdad? ¿Se prepara el país para un anuncio histórico? El mundo observa con atención.