El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una contundente advertencia contra el mandatario venezolano Nicolás Maduro, al afirmar que “sus días están contados”. La declaración fue realizada el 9 de diciembre de 2025 en una entrevista con Politico, donde Trump evitó confirmar o descartar una invasión terrestre, pero dejó abierta la posibilidad de operaciones militares más allá de las acciones actuales contra el narcotráfico en el Caribe.
Las palabras del presidente estadounidense han generado un impacto inmediato en la opinión pública venezolana. Para muchos ciudadanos, que llevan más de una década esperando la salida de Maduro, la frase representa una chispa de esperanza: el anhelo de regresar a su país, reencontrarse con sus familias y ver un cambio en la economía. Sin embargo, otros sectores muestran escepticismo y cansancio, recordando que, pese al despliegue militar estadounidense en la región, las acciones se han limitado hasta ahora a interceptar lanchas vinculadas al narcotráfico.
El trasfondo de esta advertencia se enmarca en la estrategia de Washington de aislar al régimen chavista, al que acusa de liderar el Cartel de los Soles y de expandir redes criminales como el Tren de Aragua. Mientras Trump mantiene la presión y no descarta una intervención directa, países como China y Rusia han reducido su apoyo a Maduro, debilitando aún más su posición internacional. La frase “los días están contados” se convierte así en un símbolo de la incertidumbre política que atraviesa Venezuela y en un recordatorio de que el desenlace aún depende de decisiones que podrían cambiar el rumbo de la región.
