El caso que sacude a Hollywood tiene como protagonista a Nick Reiner, hijo mediano del reconocido director Rob Reiner y de su esposa Michele. El joven escritor de 32 años, quien en el pasado habló abiertamente de su batalla contra las drogas y la vida en la calle, fue arrestado por la Policía de Los Ángeles y permanece detenido con una fianza de 4 millones de dólares, señalado como sospechoso del asesinato de sus padres.
Fuentes citadas por medios como TMZ y People han indicado que la pareja habría sido atacada en su residencia tras una posible discusión, aunque los motivos aún se desconocen. La versión preliminar apunta a que el crimen habría sido cometido por un familiar cercano, lo que ha puesto a Nick en el centro de las investigaciones. La conmoción es mayor al tratarse de uno de los cineastas más influyentes de Hollywood, director de clásicos como Cuando Harry encontró a Sally y La princesa prometida.
La historia personal de Nick Reiner, marcada por la adicción y la rehabilitación, ya había sido retratada en la película semiautobiográfica Being Charlie (2015), que coescribió junto a su padre. En entrevistas pasadas, el joven confesó haber pasado noches y semanas en la calle, y haber ingresado en al menos 17 centros de rehabilitación desde los 15 años. Su turbulento pasado ahora se entrelaza con un proceso judicial que podría definir su futuro.
La muerte de Rob y Michele Reiner ha generado un profundo impacto en el mundo del cine y la política, donde el director era ampliamente respetado. Mientras las autoridades avanzan en las investigaciones, la presunción de que su propio hijo habría terminado con la vida de la pareja mantiene a Hollywood en estado de shock y abre un debate sobre los oscuros vínculos entre la fama, la adicción y la tragedia familiar.
