El precandidato presidencial Roy Barreras encendió la polémica con un dardo directo contra Donald Trump, luego de que el mandatario estadounidense lanzara amenazas de intervención militar por la producción de cocaína en Colombia. Fiel a su estilo filoso, Barreras ironizó que mientras Colombia pone los muertos y carga con la v¡olencia del narcotráfico, Estados Unidos “pone la nariz” para consumir la dr0ga, dejando claro que, según él, el país norteamericano no es un espectador inocente en este negocio.
Barreras insistió en que Colombia ha pagado el costo social con víctimas, desplazamientos y sangr3, mientras que Estados Unidos sigue siendo el mayor consumidor de coca¡na, el principal lavadero de dinero sucio y un mercado abierto para la venta de armas que terminan alimentando a las organizaciones cr¡m¡nales en América Latina. “Hablan de guerra, pero no controlan ni su propio consumo”, lanzó con sarcasmo, desatando un debate que ya se siente en la arena política.
El precandidato remató su declaración afirmando que acusar a Colombia sin asumir la corresponsabilidad es una burla, y que la verdadera “intervención” debería comenzar dentro del propio territorio estadounidense. Sus palabras, tan incendiarias como polémicas, no solo sacudieron el tablero político nacional, sino que también pusieron en evidencia la tensión histórica entre ambos países frente al narcotráfico.
