El gobierno de Chile presentó una nota de protesta diplomática a Colombia tras las declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien calificó al mandatario electo chileno, José Antonio Kast, como “nazi” y “hijo de Hitler” en mensajes publicados en su cuenta de X. La Cancillería, encabezada por Alberto van Klaveren, consideró los dichos como “inaceptables” y una intromisión impropia en la política interna del país, entregando la protesta formal al embajador colombiano en Santiago.
Las expresiones de Petro se produjeron tras la victoria de Kast en la segunda vuelta presidencial frente a la candidata de izquierda Jeannette Jara. En sus publicaciones, el mandatario colombiano advirtió que “el fascismo avanza” y aseguró que “jamás le daría la mano a un nazi y a un hijo de nazi”, en alusión al origen alemán de la familia Kast y a las investigaciones periodísticas que vinculan a su padre con el partido nazi, hecho que el político chileno ha negado.
El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, respaldó la protesta y subrayó que “el pueblo de Chile decide y todos tenemos que respetar ese resultado”. Desde el gobierno de Gabriel Boric se enfatizó que las declaraciones de Petro vulneran el principio de respeto mutuo entre Estados y que corresponde a las autoridades extranjeras abstenerse de intervenir en procesos democráticos internos.
Aunque las consecuencias jurídicas para Petro son poco probables, el episodio abre un flanco diplomático que podría enfriar las relaciones bilaterales entre Santiago y Bogotá. En la práctica, las notas de protesta suelen ser gestos protocolarios, pero en este caso marcan un precedente incómodo entre dos gobiernos que hasta ahora se habían mostrado como aliados en la región.
