El gobierno de Estados Unidos anunció el viernes 26 de septiembre la revocatoria de la visa del presidente colombiano Gustavo Petro, luego de que este instara públicamente a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes del presidente Donald Trump. El llamado se produjo durante una manifestación propalestina en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde Petro también acusó a Trump de ser “cómplice del genocidio” en Gaza.
Durante su intervención ante manifestantes, Petro pidió la conformación de una fuerza internacional “más poderosa que la de Estados Unidos” para liberar a Palestina, exhortando a los militares norteamericanos a “no apuntar sus fusiles contra la humanidad” y a “obedecer las órdenes de la humanidad” en lugar de las de Trump. El Departamento de Estado calificó estas declaraciones como “acciones imprudentes e incendiarias” y justificó la revocatoria como una medida para preservar la disciplina militar y el respeto a la Constitución estadounidense.
La decisión se suma a una serie de tensiones diplomáticas entre Washington y Bogotá, que incluyen desacuerdos sobre migración, narcotráfico y cooperación militar. Petro, quien ya abandonó territorio estadounidense, respondió desde Bogotá que no necesita visa para ingresar a EE.UU. debido a su doble nacionalidad europea, y cuestionó la legalidad de la medida, alegando que viola la inmunidad diplomática de los jefes de Estado que asisten a la ONU.
El llamado de Petro busca impulsar una resolución en la Asamblea General de la ONU bajo el mecanismo “Uniting for Peace”, con el fin de conformar un ejército multinacional que intervenga en Gaza. Aunque la propuesta ha generado controversia, el mandatario colombiano insiste en que su objetivo es defender los derechos humanos y evitar una escalada de violencia en Medio Oriente.