Un violento tiroteo sacudió la tarde de este miércoles el centro de Washington, a escasos metros de la Casa Blanca. Según los primeros reportes, dos miembros de la Guardia Nacional resultaron heridos de bala y una persona murió en el lugar, lo que desató un inmediato operativo de seguridad en la capital estadounidense.
El incidente obligó a que el Departamento del Tesoro y varios edificios gubernamentales cercanos fueran puestos en “bloqueo”, mientras agentes del Servicio Secreto y la Policía Metropolitana acordonaban la zona. Testigos relataron escenas de pánico en las calles, con transeúntes corriendo para resguardarse en medio de la balacera.
Las autoridades confirmaron que un sospechoso fue detenido en el lugar de los hechos, aunque aún no se han revelado detalles sobre su identidad ni los motivos del ataque. El presidente Donald Trump fue informado de la situación y prometió que el responsable “pagará un precio muy alto” por haber disparado contra los uniformados.
Este nuevo episodio de violencia en una de las áreas más vigiladas del país reaviva el debate sobre la seguridad en Washington y la vulnerabilidad de las instituciones frente a ataques armados. La investigación continúa mientras la ciudad permanece bajo estrictas medidas de control y vigilancia.
