José Eduardo Chalá Franco, un taxista de 56 años, fue enviado a la cárcel tras ser imputado por el delito de tentativa de homic¡dio agravado, luego de protagonizar uno de los hechos más graves de imprudencia vial en Bogotá en lo que va del año. El pasado 8 de noviembre, en el barrio Santa Rita de la localidad de San Cristóbal, Chalá arrolló a once personas entre ellas cuatro menores de edad, mientras conducía su taxi en estado de embriaguez grado II y a exceso de velocidad. Dos de las víctimas, ambos niños, permanecen en estado crítico con diagnóstico de muert3 cerebral.
Durante la audiencia de judicialización, la Fiscalía reveló que el conductor no solo violaba la restricción de pico y placa, sino que acumulaba más de diez comparendos por infracciones como exceso de velocidad, estacionamiento indebido y reincidencia en conducción bajo efectos del alcohol. A pesar de su historial, Chalá seguía al volante, lo que ha generado indignación entre la ciudadanía y llamados a revisar los controles sobre conductores reincidentes. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, pidió públicamente que el responsable fuera privado de la libertad.
El juez del caso ordenó medida de aseguramiento en centro carcelario, mientras avanza el proceso penal. La gravedad de las lesiones, el historial delictivo del conductor y la evidencia de embriaguez fueron determinantes para la decisión.