Las autoridades de Ecuador y España capturaron a “Pipo” Chavarría, señalado como jefe absoluto de Los Lobos, fue capturado tras meses de rastreo internacional y un historial marcado por identidades falsas, fuga y violencia.
El capo habría logrado desaparecer del radar fingiendo su fallecimiento, instalándose en Europa y manejando a distancia asesinatos selectivos en Ecuador. Desde ese refugio, también se le atribuye el control de operaciones de minería ilegal y el manejo de corredores de droga coordinados con estructuras del cártel Jalisco Nueva Generación.
La caída del fugitivo fue producto de un trabajo conjunto entre la Policía ecuatoriana y la española, que siguieron la pista del hombre que, según los investigadores, se movía como un fantasma entre varios países.
