La Fiscalía encendió las alarmas al revelar que alias Iván Mordisco, cabecilla de las disidencias de las Farc, estaría detrás de un plan de exterminio contra comunidades indígenas en el Cauca. Según las investigaciones, el objetivo sería apoderarse de tierras ancestrales y eliminar cualquier resistencia, un hecho que ha generado conmoción nacional y rechazo absoluto.
El ente acusador aseguró que existen pruebas contundentes que vinculan al grupo criminal con más de 30 hechos violentos desde 2022, dejando más de 40 víctimas entre líderes sociales, comuneros y firmantes del Acuerdo de Paz. La gravedad de los hallazgos llevó a la emisión de órdenes de captura contra Mordisco y otros cabecillas, quienes ahora enfrentan cargos por genocidio.
Los crímenes se habrían cometido en municipios como Caldono, Toribío, Miranda y Corinto, zonas históricamente golpeadas por la violencia. La Fiscalía sostiene que detrás de estos ataques hay una estrategia sistemática para sembrar terror y consolidar el control territorial, lo que convierte este caso en uno de los más delicados de los últimos años.
El país observa con atención lo que podría convertirse en uno de los procesos judiciales más polémicos y oscuros de la historia reciente.
