17 colombianos acusados de querer derrocar a Nicolás Maduro fueron liberados por el régimen venezolano. Tras más de nueve meses tras las rejas, los connacionales fueron recibidos por la canciller Rosa Villavicencio y el embajador Milton Rengifo en la frontera.
La liberación se logró gracias a una coordinación binacional que incluyó a altos funcionarios de ambos países. El procedimiento se llevó a cabo en el municipio de Pedro María Ureña, donde se verificaron las identidades y se garantizó la atención humanitaria. El gobierno colombiano calificó el hecho como un “avance significativo”.
Los liberados, señalados como supuestos mercenarios, regresarán a sus hogares bajo el acompañamiento de Migración Colombia. Aunque el proceso fue diplomático, el trasfondo político no pasa desapercibido.
El presidente Petro, quien ordenó priorizar la protección de colombianos en el exterior, celebró el resultado como una victoria de la diplomacia. Sin embargo, aún quedan ciudadanos detenidos en Venezuela, y el gobierno promete seguir negociando su repatriación.