Una bebé de apenas un mes y tres días perdió la vida tras ser atacada por un alacrán y no recibir el antídoto necesario en el Hospital General de Macas. La falta de insumos básicos dejó en evidencia la precariedad del sistema de salud.
El dolor de la familia se convirtió en indignación cuando el cuerpo de la pequeña fue entregado a su madre dentro de una caja de cartón. El gesto, considerado indigno y humillante, ha desatado una ola de críticas hacia el centro médico y hacia las autoridades responsables de garantizar atención digna en situaciones tan delicadas.
Vecinos y líderes comunitarios aseguran que este hecho refleja la desatención histórica hacia las poblaciones indígenas, que enfrentan emergencias sin contar con medicamentos ni equipos adecuados.
La imagen de una madre recibiendo a su hija en una caja de cartón se ha convertido en símbolo del abandono estatal. Mientras la familia llora la pérdida, la sociedad exige justicia y dignidad, recordando que ninguna vida debería terminar marcada por la indiferencia y la falta de humanidad.
