La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, respondió a las versiones que la señalan de supuestos nexos con una red integrada por altos funcionarios del Estado y jefes de disidencias de las FARC. Según revelaciones en chats atribuidos a guerrilleros, se mencionaba su nombre y presuntas conversaciones con ella. Márquez rechazó de manera categórica estas afirmaciones, asegurando que no existen pruebas que respalden tales acusaciones y que nunca ha tenido relación con grupos armados ilegales.
La funcionaria calificó estas versiones como “malintencionadas” y enfatizó que no se le puede dar credibilidad a mensajes de delincuentes que han causado tanto daño al país. Reiteró que su campaña política fue “genuina y transparente” y que jamás ha recibido apoyo de criminales ni se prestará para ningún “pacto oscuro”.
En sus declaraciones, Márquez subrayó que quienes sostengan lo contrario deben demostrarlo ante la justicia, recordando que en Colombia rige la presunción de inocencia y que las investigaciones corresponden a las autoridades competentes. La vicepresidenta insistió en que su compromiso es con la institucionalidad y la defensa de la democracia.
El caso sigue en revisión por parte de las autoridades, mientras la vicepresidenta mantiene su postura de rechazo a cualquier señalamiento que la vincule con estructuras ilegales. La polémica ha generado debate público sobre la credibilidad de las fuentes y la necesidad de que las acusaciones se sustenten en pruebas verificables.
