Por segunda vez, la justicia colombiana le cierra la puerta a Salvatore Mancuso en Montería. La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia confirmó el fallo de Justicia y Paz que impide al exjefe paramilitar fijar su residencia en la capital cordobesa, así como permanecer en ocho departamentos donde tuvo influencia durante su liderazgo en las Autodefensas Unidas de Colombia.
Mancuso había solicitado trasladarse de Bogotá a Montería alegando problemas de salud, pero la jueza concluyó que no existe evidencia de que el cambio de ciudad mejorara sus condiciones médicas. El tribunal fue enfático: cualquier desplazamiento solo podrá realizarse con autorización previa y bajo estrictos controles.
La decisión también prohíbe su permanencia en Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, César, Magdalena, La Guajira y Norte de Santander, además de cinco municipios de Antioquia particularmente golpeados por la violencia paramilitar: Apartadó, Ituango, Arboletes, San Pedro de Urabá y Necoclí.
El objetivo, según la Corte, es proteger a las víctimas y evitar cualquier revictimización. El fallo recuerda que no hay información suficiente sobre el cumplimiento de Mancuso con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización ni sobre sus funciones como gestor de paz, lo que refuerza la necesidad de mantener las restricciones.
