Las ganas de ser campeón son una cosa seria, un hombre relató cómo, en medio de la clasificación de Junior a la final, tuvo que salir corriendo hacia la clínica mientras su esposa entraba en trabajo de parto. La tensión del partido quedó en segundo plano frente al nacimiento de su hija.
El momento ocurrió justo cuando el reloj marcaba las 10:45 de la noche, instante en el que la pequeña llegó al mundo. Para el orgulloso padre, esa coincidencia no es casualidad, sino una señal de que el equipo barranquillero está destinado a levantar su undécima estrella.
El relato claramente hizo que las personas se dividirán entre quienes lo toman como un juego y quienes realmente le creen. La imagen de un padre sudando entre contracciones y goles se volvió viral, despertando comentarios que van desde la ternura hasta la superstición. Muchos aseguran que la niña ya es símbolo de buena suerte para el club.
Mientras la familia celebra la llegada de su nueva integrante, los seguidores del Junior no dudan en ver en ella un presagio de gloria.
