En la esperada cena de la casa blanca no solo sorprendió por las personas que estaban en ella, como el presidente FIFA o el rey de Arabia, sino por la inesperada elección de Donald Trump, quien aprovechó el evento para lanzar un comentario un poco curioso, eligió al mejor futbolista de la historia y no fue ni Messi ni Cristiano.
Trump, que casi nunca opina de fútbol, sorprendió al recordar al jugador que, según él, “llenaba estadios solo con respirar”. Con tono nostálgico y desafiante, aseguró que ese futbolista fue la verdadera revolución que puso al “soccer” en el mapa estadounidense.
El presidente afirmó que su “más grande de todos los tiempos” es Pelé, destacando que vivió en primera fila el impacto que tuvo cuando llegó a New York Cosmos décadas atrás. Para Trump, lo que hizo el brasileño por el deporte en Estados Unidos lo convierte en una leyenda inigualable, comparándolo incluso con figuras eternas del béisbol.
