En Barranquilla se vivió una noche de infarto. Junior, con sufrimiento y garra, logró un triunfo que huele a final tras imponerse 2-1 sobre Atlético Nacional. El héroe inesperado volvió a ser Steven “Titi” Rodríguez, quien desde el banco se convirtió en la pesadilla verdolaga y encendió la locura en el Metropolitano.
El delantero antioqueño, acostumbrado a cambiar partidos en los últimos minutos, apareció en el tiempo de reposición para sellar la remontada. Con su gol número 25 vestido de rojiblanco, Rodríguez escribió otra página dorada en su historia con el club y dejó a Junior acariciando la posibilidad de disputar el título.
Lo más llamativo es que “Titi” no es titular indiscutible, pero aun así se consolidó como el máximo goleador del semestre. Sus siete anotaciones en la Liga II lo convierten en la carta secreta de Alfredo Arias, un revulsivo que aparece cuando todo parece perdido y que ya es considerado el suplente más letal del campeonato.
La fiesta en el Metropolitano fue total: Junior se trepó a la cima del Grupo A con ocho puntos y ahora depende de sí mismo para llegar a la gran final.
