El fútbol mundial tiene un nuevo rey indiscutible. Ousmane Dembélé, atacante del París Saint-Germain, fue elegido como el mejor jugador del año en la gala The Best de la FIFA, confirmando un 2025 soñado en el que ya había levantado el Balón de Oro. El francés se consolida como la gran figura del momento tras una temporada que quedará marcada en la historia del club parisino.
La elección no sorprendió a nadie: Dembélé fue pieza clave en la conquista de la primera Champions League del PSG, aportando goles y asistencias que lo convirtieron en el motor ofensivo del equipo. Su rendimiento lo llevó a superar a otros nominados de talla mundial como Lamine Yamal, Pedri, Raphinha y su propio compañero Kylian Mbappé, demostrando que este año su protagonismo fue absoluto.
Además de brillar en Europa, el delantero fue nombrado jugador más valioso tanto en la Ligue 1 como en la competición continental. Con apenas 28 años, lideró al PSG hacia un triplete nacional y se convirtió en símbolo de una generación que finalmente rompió la barrera de los títulos internacionales para el club francés.
La temporada de Dembélé no solo lo consagra como estrella del PSG, sino que lo coloca en la cima del fútbol mundial. Con dos galardones de máximo prestigio en un mismo año, el francés se convierte en referente indiscutible y en el jugador que todos quieren ver en las grandes citas que se avecinan.
