A sus 69 años, Víctor Ventura Amezquita acaba de cumplir uno de los sueños más grandes de su vida: convertirse en abogado. Este diciembre, en una emotiva ceremonia realizada en el Centro Baní de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, recibió su título como Licenciado en Derecho, rodeado de aplausos, lágrimas y el orgullo de su familia. Su historia, que comenzó en las aulas del Centro Nagua, se volvió viral por lo que representa: que nunca es tarde para estudiar, crecer y demostrar que la edad no define el talento ni la voluntad.
Víctor no llegó en carro ni con lujos. Durante años asistió a clases en bicicleta, enfrentando dificultades personales y económicas, pero sin perder el enfoque. En sus propias palabras, fue “una trayectoria muy fuerte”, pero con el apoyo de sus hijos, su esposa, sus profesores y su fe, logró mantenerse firme. “Estoy contento y hermoso”, dijo entre risas, agradeciendo a Dios y a quienes nunca le cerraron las puertas. Su testimonio, lleno de humildad y esperanza, ha tocado corazones dentro y fuera de la universidad.
La UASD celebró su logro como símbolo de inclusión y perseverancia. En redes sociales, cientos de usuarios han compartido su historia como ejemplo de que los sueños no tienen fecha de vencimiento. Víctor no solo se graduó, también dejó una lección viva: que el derecho a estudiar no se pierde con los años, y que cuando hay ganas, el camino se abre, aunque sea en bicicleta.
