En noviembre de 2016, la Bombonera fue escenario de un episodio que aún retumba en la memoria del fútbol argentino. Teófilo Gutiérrez, con la camiseta de Rosario Central, marcó el empate y desató la furia de la hinchada xeneize con gestos provocadores que encendieron la polémica.
La prensa argentina no dudó en catalogar sus acciones como violencia e incitación al desorden. Incluso un abogado presentó una denuncia en su contra, mientras referentes como Carlos Tévez lo criticaron duramente. El colombiano, fiel a su estilo, se defendió asegurando que no había ofendido a nadie, pero su historial contra Boca ya lo condenaba.
No era la primera vez que Teo se enfrentaba con la hinchada azul y oro. Desde Racing en 2011, pasando por River en 2014 y 2015, hasta llegar a Central en 2016, sus gestos y expulsiones lo convirtieron en un antagonista recurrente. Cada provocación reforzaba su imagen de “villano” dentro de los superclásicos y partidos decisivos.
Hoy, al recordar aquel episodio de 2016, queda claro que Teófilo Gutiérrez no se dejó amedrentar por la presión de Boca. Con un simple gesto, logró desatar lágrimas, rabia y un capítulo inolvidable en la historia de la Bombonera.
