En medio de los canales selváticos del Amazonas, siete niños vestidos con su toga navegaron hacia su futuro. Son los estudiantes de la Institución Educativa María Auxiliadora, sede Romualdo de Palma, en la comunidad de La Milagrosa, quienes celebraron su graduación a bordo de una canoa, desafiando las barreras de movilidad que caracterizan la región. El evento ocurrió y se convirtió en símbolo de esperanza para muchas familias que ven en la educación una salida digna.
La ceremonia, aunque sencilla, fue profundamente emotiva. Padres, docentes y vecinos se reunieron en la orilla para aplaudir a los nuevos graduados, que llegaron por río, entre lirios y aplausos. No hubo alfombra roja ni escenario, pero sí orgullo, esfuerzo y una comunidad que se niega a rendirse. En un territorio donde el acceso a la escuela depende de una lancha, cada diploma representa una victoria colectiva.
Este logro no solo habla de los niños, sino de todo un sistema que, a pesar de las dificultades, sigue apostando por el conocimiento. La historia de La Milagrosa se viralizó en redes por mostrar que, cuando hay voluntad, ni la selva detiene los sueños. En tiempos donde la educación rural suele quedar en segundo plano, estos pequeños demostraron que graduarse también puede ser un acto de resistencia.
