Este hecho sacudió el tianguis de San Martín Texmelucan, en Puebla. Tres mujeres fueron acusadas de robo por comerciantes del lugar y, como “castigo”, fueron rapadas, les quitaron la ropa parcialmente y las hicieron caminar entre los pasillos del mercado. La escena quedó registrada en fotos y videos que rápidamente se difundieron en redes sociales, generando indignación y debate sobre los límites de la justicia por mano propia.
Las imágenes muestran a las mujeres con el cabello cortado al ras y cubiertas con telas verdes, mientras decenas de personas observaban y grababan. Incluso, algunos comerciantes habrían marcado sus cuerpos con plumones. Según los locatarios, las mujeres ya habían sido sorprendidas robando en ocasiones anteriores y, ante la falta de respuesta de la policía municipal, decidieron actuar por cuenta propia.
Aunque los comerciantes justificaron la acción como un “escarmiento”, voces ciudadanas y observadores calificaron lo ocurrido como un acto de violencia y una vulneración a la dignidad y los derechos humanos. Hasta ahora, ni la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla ni el Ayuntamiento de San Martín Texmelucan han emitido un pronunciamiento oficial, lo que mantiene la polémica abierta y la discusión sobre cómo enfrentar la inseguridad sin caer en abusos colectivos.
