En Jamundí, Valle del Cauca, la emprendedora Kathe Gil sorprendió a su equipo con una decisión que al inicio generó caras largas: este año no habría fiesta de fin de año. La noticia cayó como un baldado de agua fría, pero pronto se entendió el verdadero motivo. Kathe prefirió cambiar la rumba por un gesto que tocó fibras más profundas: invertir en los sueños personales de sus trabajadoras.
La sorpresa se dio en una reunión reciente, donde la empresaria anunció que, en lugar de gastar en una celebración lujosa, usaría esos recursos para agradecer de manera distinta. A una joven le entregó un millón de pesos para ayudarle a pagar su semestre universitario, mientras que a otras dos les regaló viajes a Santa Marta, cumpliéndoles el anhelo de conocer el mar por primera vez. El momento fue tan emotivo que varias terminaron con lágrimas en los ojos.
El video de la reunión se volvió viral en redes sociales y los comentarios reflejaron la admiración hacia la jefa: “Necesito una jefa así”, “Me hicieron llorar”, “¿No están contratando?”.
