Firulais no apoya a Palestina, ¿tú la apoyas?

Una imagen que circula en redes sociales ha encendido la polémica: un perrito aparece haciendo sus necesidades sobre la bandera de Palestina, en clara alusión al rechazo ciudadano frente a la postura del presidente Gustavo Petro de enviar tropas colombianas a apoyar una guerra ajena. El gesto, aunque grotesco, condensa una crítica profunda: ¿cómo puede el mandatario priorizar conflictos externos cuando en Colombia la guerra interna sigue desangrando a campesinos, desplazando familias y destruyendo vidas?.

La imagen, que ha sido compartida con mensajes como “el presidente debería defender a los suyos, no a otros países”, refleja el malestar de sectores que ven en la propuesta presidencial una desconexión total con la realidad nacional. Mientras se habla de Palestina, en Colombia hay fincas abandonadas, animales perdidos y comunidades enteras que viven bajo el fuego cruzado de grupos armados. ¿Quién apacigua esa guerra?.

Además, el descontento se agudiza con las marchas en Bogotá, donde el respaldo a causas internacionales ha derivado en disturbios, violencia y desmanes. Para muchos, el Estado parece más comprometido con causas externas que con garantizar paz, seguridad y justicia dentro de sus propias fronteras.

La imagen del perrito, aunque polémica, se ha convertido en símbolo de una incoherencia institucional que el pueblo colombiano no logra entender. ¿Es legítimo indignarse por guerras lejanas mientras se normaliza el dolor propio?.