El presidente Gustavo Petro provocó un fuerte debate público al usar el nombre «Brayan» para referirse a hombres que abandonan a mujeres embarazadas, calificando esta conducta con estigmatización hacia un grupo que es mucho más amplio y diverso. Sus palabras fueron consideradas ofensivas y causaron rechazo en redes sociales y medios de comunicación, donde muchos señalaron que relacionar un nombre propio con un comportamiento negativo es injusto y discriminatorio.
Según datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil, en Colombia hay más de 165.000 personas registradas con el nombre Brayan, incluyendo ciudadanos de distintos sectores sociales, profesiones y regiones del país. En Montería, Córdoba, aunque no hay una cifra exacta pública, el nombre también es muy común, reflejando su arraigo sociocultural y trascendiendo los estereotipos que el presidente aludió.
En respuesta a la controversia, el influencer conocido como @elbrayan viralizó un video humorístico en el que reunió a personas llamadas Brayan que son enfermeros, fotógrafos e ingenieros, para proponer la creación de un “Día Nacional del Brayan”. Esta reacción creativa ha generado un diálogo sobre la importancia de usar un lenguaje que no estigmatice ni generalice a grupos por su nombre o cualquier otra característica.