Un tenso episodio se vivió en Bogotá durante la fiesta de fin de año de una reconocida empresa de seguridad privada, cuando la precandidata presidencial María Fernanda Cabal fue presentada como invitada especial. La senadora del Centro Democrático intentó dirigir unas palabras al público, pero antes de que pudiera avanzar, fue interrumpida por un grupo de empleados que reaccionó con gritos de “¡fuera, fuera!”, generando un ambiente de rechazo y tensión que obligó a suspender su intervención.
La presencia de Cabal en el evento habría sido gestionada por directivos de la compañía como parte de un saludo protocolario, en medio de su campaña anticipada rumbo a las elecciones presidenciales. Sin embargo, lo que parecía un gesto institucional terminó convirtiéndose en un momento incómodo, evidenciando el rechazo de parte del personal hacia figuras políticas en espacios laborales.
Aunque no se ha emitido un comunicado oficial por parte de la empresa organizadora, fuentes cercanas indican que la intención era ofrecer un saludo institucional sin tintes partidistas, pero la reacción del público dejó claro que no todos estaban de acuerdo con la presencia de la senadora.
Este episodio ha abierto el debate sobre los límites entre lo político y lo corporativo, y sobre si es apropiado invitar figuras públicas con aspiraciones electorales a eventos internos de empresas.
