Jonah Falcon, actor y personalidad mediática de Nueva York, ha sido noticia durante años por una afirmación que no pasa desapercibida: asegura tener el miembro más grande del mundo, con una longitud de 34 centímetros en erecc¡ón y 24 centímetros en estado flácido. Esta peculiaridad, que él mismo ha descrito como “más gruesa que su muñeca”, lo ha convertido en una figura de culto y en protagonista de múltiples entrevistas y documentales.
Desde joven, Falcon notó que su anatomía despertaba asombro. A los 13 años, ya decía medir lo que muchos adultos no alcanzan, y en la universidad su reputación creció al punto de afirmar que tuvo más de 1.500 citas antes de los 25 años. Aunque rechazó una carrera en el cine para adultos, ha admitido haber recibido pagos por encuentros y sesiones privadas, y asegura que su vida amorosa incluye a celebridades de alto perfil, incluso ganadores del Oscar. “No puedo decir si eran hombres o mujeres, pero no era Meryl Streep”, bromeó en una entrevista televisiva.
Su singularidad también le ha traído complicaciones. En aeropuertos ha sido detenido por “bultos inexplicables” detectados por escáneres, y ha confesado que con la edad su anatomía ha cambiado, dificultando incluso ciertas prácticas sexuales. “Mi ego es más grande que mi sexualidad”, declaró a Rolling Stone, reconociendo que su notoriedad ha sido tanto un privilegio como una carga.