En los últimos meses, el antiguo complejo penitenciario conocido como La Catedral, construido por Pablo Escobar en Envigado, volvió a estar en el centro de la conversación pública. Aunque durante años se habló de sus lujos y comodidades, recientes investigaciones han revelado que el lugar podría haber ocultado mucho más que canchas de fútbol y jacuzzis. Exagentes federales, apoyados por tecnología moderna como georradar, detectaron estructuras subterráneas que no coinciden con las formaciones naturales del terreno.
El hallazgo, que se dio durante una exploración en las ruinas del complejo, incluye un compartimento de concreto con bordes definidos, lo que ha despertado todo tipo de teorías. Aunque no se han revelado detalles oficiales sobre lo que contiene, algunos investigadores sugieren que podría tratarse de un escondite usado por Escobar para guardar dinero, armas o documentos sensibles. La Fiscalía aún no ha confirmado si se abrirá una investigación formal, pero el interés por el sitio ha crecido, incluso entre grupos religiosos que hoy se disputan su administración.
Más allá de las teorías conspirativas, lo cierto es que el lugar sigue siendo símbolo de una época marcada por el narcotráfico, la corrupción y el miedo. Mientras tanto, investigadores, curiosos y medios continúan atentos a lo que pueda surgir de este rincón que, décadas después, aún guarda silencio.