La historia de Stephen Addley, un joven de 23 años en Inglaterra, ha conmovido al mundo entero. Diagnosticado con un agresivo cáncer terminal, decidió cumplir su último gran sueño: casarse con el amor de su vida. La ceremonia se realizó en Dover y estuvo marcada por un gesto que dejó lágrimas en los asistentes.
Stephen, trabajador de la empresa Veolia, recibió el apoyo de comercios y vecinos que se unieron para organizar la boda sin costo alguno. El emotivo desfile de vehículos, conducidos por sus compañeros de trabajo, se convirtió en símbolo de solidaridad y esperanza en medio de la tragedia.
El joven fue diagnosticado en junio con un raro sarcoma y en octubre supo que le quedaban pocos meses de vida. Consciente de su destino, decidió que lo más importante era dejar recuerdos imborrables junto a su esposa Hannah y su pequeña hija Liberty-Rose.
