«Yo soy el jefe de los alcaldes y del ejército, me tienen que obedecer»: Gustavo Petro

Durante su visita al municipio de Toribío, Cauca, el presidente Gustavo Petro generó polémica al recordar un reciente encuentro con el alcalde de Cali, Alejandro Eder. Según relató, Eder felicitó directamente al ministro de Defensa por las acciones de seguridad implementadas, a lo que Petro reaccionó enfatizando su autoridad: “Yo soy el jefe de los alcaldes y del Ejército, yo soy quien les paga”. Este comentario busca subrayar la jerarquía presidencial frente a los mandos locales y militares y aumentar la tensión política generada tras el viaje de los alcaldes a Washington.

El presidente insistió en que, dado su rol como jefe supremo, cualquier actuación o agradecimiento relacionado con las fuerzas armadas debería pasar primero por su aprobación, planteando la necesidad de que los alcaldes y autoridades consulten con él. Esta declaración se produce en un contexto sensible por el refuerzo militar en Cali y otros puntos del país, buscando controlar la seguridad ciudadana y el orden público en medio de crecientes protestas y desafíos sociales.

El episodio ha alimentado la discusión sobre el papel y la relación entre el gobierno nacional, los alcaldes y las fuerzas armadas, en un momento clave en la agenda política de Colombia. Las palabras de Petro resaltan su intención de centralizar el mando y dejar claro que ninguna autoridad local debe actuar de manera independiente ante el manejo de la seguridad.