El expresidente Álvaro Uribe Vélez volvió a encender el debate nacional al pronunciarse con dureza sobre el acuerdo de paz firmado con las FARC durante el gobierno de Juan Manuel Santos. En una declaración reciente, Uribe aseguró que dicho proceso “nació muerto” y rechazó que se responsabilice a Iván Duque por los problemas que surgieron tras su implementación.
Uribe defendió la gestión de Duque, señalando que al asumir la presidencia ya existía una expansión significativa de cultivos ilícitos, se había suspendido la fumigación aérea y la Jurisdicción Especial para la Paz operaba con lo que calificó como un sesgo en contra de los militares.
El exmandatario también cuestionó la entrega de curules en el Congreso a excombatientes, argumentando que esto alteró el equilibrio democrático. A su juicio, el acuerdo generó una burocracia excesiva y no logró frenar la impunidad frente a crímenes graves como el secuestro y la violencia sexual cometida durante el conflicto.
Finalmente, Uribe advirtió que el país ya enfrentaba una economía debilitada antes de 2018, con una caída en la firma de contratos petroleros y sin avances significativos en energías limpias. Sus declaraciones reavivan las tensiones en torno al legado del proceso de paz y el papel de los gobiernos posteriores en su ejecución.