La tensión entre Laura Sarabia, ministra de Relaciones Exteriores, y Gustavo Bolívar, exdirector del Departamento de Prosperidad Social, se ha vuelto mayor tras una denuncia de la W Radio sobre un presunto entramado de corrupción en el sector salud.
Según la denuncia, se estarían desviando recursos de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) hacia una supuesta empresa de papel en España, afectando gravemente a los centros asistenciales. La investigación también menciona un acuerdo para obtener comisiones por la liquidación de IPS, involucrando a figuras como Mauricio Marín y Óscar Ibáñez.
Bolívar, al conocer las denuncias, cuestionó en redes sociales la idoneidad de Sarabia para el cargo de canciller, sugiriendo que su implicación en el escándalo es inaceptable. «Vinimos a luchar contra la corrupción y, como dijo el presidente Petro, que caiga quien tenga que caer», afirmó Bolívar.
Sarabia respondió rápidamente, apoyando la idea de que «caiga quien tenga que caer» y pidió verificar con el presidente Petro las decisiones relacionadas con Mauricio Marín y el superintendente Luis Carlos Leal. Aseguró que ha sido investigada y calumniada, pero que no tiene ningún enriquecimiento ilícito.
Este nuevo rifirrafe entre Bolívar y Sarabia añade más tensión al panorama político, mientras ambos defienden sus posiciones en medio de las acusaciones de corrupción.