Un misterioso vuelo terminó en tragedia en la frontera entre Colombia y Venezuela. Dos ciudadanos colombianos murieron luego de que una avioneta fuera interceptada y destruida por militares venezolanos en el estado Apure. La avioneta, que volaba sin autorización, fue catalogado como una “amenaza aérea” por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
El avión, identificado como un CESSNA 310, habría despegado desde Bonaire con destino desconocido y sin permiso para atravesar el espacio aéreo venezolano. Según las autoridades del régimen de Nicolás Maduro, la aeronave aterrizó en una pista clandestina antes de ser neutralizada en un operativo que dejó escombros y cuerpos calcinados.
Los reportes apuntan a que el vuelo estaba bajo observación desde hace meses por irregularidades en su matrícula. Aun así, los tripulantes lograron despegar y apagar el sistema de rastreo antes de ingresar a Venezuela. El régimen afirmó que los ocupantes podrían estar vinculados a actividades de narcotráfico, aunque esto no ha sido confirmado por fuentes oficiales colombianas.
El hecho ocurre mientras el gobierno de Maduro intensifica su discurso de “mano dura” contra los llamados grupos narcoterroristas colombianos. Por otro lado, las fuerzas venezolanas aseguran haber destruido campamentos de las disidencias de las Farc y del ELN, en medio de una tensión creciente por la presencia de buques de guerra estadounidenses en el Caribe.