Un vehículo completamente cubierto con propaganda del abogado y figura pública Abelardo De la Espriella podría ser inmovilizado por la Policía de Tránsito, a pesar de tener todos sus documentos en regla. El caso ha generado controversia entre ciudadanos que denuncian una posible censura política disfrazada de procedimiento administrativo. El automóvil, decorado en ventanas, puertas y carrocería con imágenes y frases alusivas a De la Espriella, circulaba sin restricciones hasta que agentes de tránsito lo detuvieron para una inspección.
Aunque no se ha confirmado oficialmente la inmovilización, el hecho ha encendido el debate sobre los límites entre la libertad de expresión y la regulación vehicular. ¿Puede la estética de un carro convertirse en motivo de sanción si no infringe normas técnicas? Algunos sectores acusan a las autoridades de actuar por motivaciones ideológicas, mientras otros defienden que la visibilidad del conductor podría verse comprometida por los adhesivos en los vidrios, lo que justificaría una intervención. El caso pone sobre la mesa una pregunta incómoda: ¿se está castigando el mensaje o el medio?.