En medio del clima preelectoral que ya comienza a polarizarse en Colombia, el expresidente Iván Duque encendió la polémica con una declaración tajante: “Se los pido de corazón, no dejemos que gane la izquierda. Le ha hecho mucho daño al país”. La frase, pronunciada durante un evento político, ha generado reacciones encontradas en redes sociales y entre líderes de opinión, reavivando la polarización ideológica que marcó su mandato.
Duque, quien ha mantenido una presencia activa en el debate público tras dejar la Casa de Nariño, aseguró que las administraciones de izquierda han tenido consecuencias negativas para el país en distintos frentes. Aunque no mencionó nombres específicos, sus palabras fueron interpretadas como una crítica directa al actual gobierno y a los sectores progresistas que aspiran a consolidar su poder en las próximas elecciones.
Las declaraciones del exmandatario llegan en un momento clave, cuando partidos y movimientos comienzan a definir alianzas y estrategias para 2026. Mientras algunos sectores aplauden su llamado como una defensa de la institucionalidad, otros lo acusan de alimentar el discurso del miedo y de desinformar sobre los logros de gobiernos alternativos. El tablero político se mueve, y Duque, una vez más, se ubica en el centro del huracán.