El presidente Gustavo Petro celebró como un triunfo histórico la supuesta obtención de una certificación que según él ahora permitiría que el café colombiano llegue al mundo árabe. Pero pocas horas después, la Federación Nacional de Cafeteros le desbarató el discurso en público y afirmó que Colombia ya exportaba café a esa región desde hace más de una década.
Mientras Petro aseguró que la certificación “Jalal” abriría por fin las puertas comerciales para los campesinos, el presidente del gremio cafetero, Germán Bahamón, salió a corregirlo: las exportaciones nunca estuvieron bloqueadas y, de hecho, han aumentado año tras año sin necesidad del anuncio presidencial.
Según la Federación, solo en 2024 Colombia envió casi el doble de café que en el año anterior, lo que demuestra que la certificación mencionada por Petro no era un obstáculo real. Por eso la declaración presidencial generó críticas y burlas en redes, donde muchos usuarios señalaron que el mandatario “vendió como novedad algo que ya existía”.
El episodio dejó abierta una pregunta incómoda: ¿hubo desinformación desde Casa de Nariño, o Petro no conocía la realidad del mercado cafetero? Lo cierto es que el gremio cafetero dejó claro que el sector ya tenía acceso, experiencia y relaciones comerciales sólidas con el mundo árabe mucho antes