Durante su posesión, la senadora Paloma Valencia sorprendió con un discurso cargado de metáforas que rápidamente encendió el debate político. En medio de sus palabras, aseguró que María Fernanda Cabal es “el animal más poderoso de toda la selva”, una frase que fue interpretada de múltiples maneras y que generó reacciones inmediatas en redes sociales.
¿Qué quiso decir Valencia con esa comparación? Para algunos, se trató de un elogio a la fuerza política y carácter combativo de Cabal, mientras que otros lo vieron como un exceso retórico que roza lo caricaturesco. La metáfora animalista, en un contexto político tan cargado de tensiones, abrió espacio para lecturas que van desde la exaltación hasta la ironía.
El episodio también refleja la manera en que los discursos políticos recurren a imágenes simbólicas para reforzar liderazgos. Al presentar a Cabal como un “animal poderoso”, Valencia buscó transmitir la idea de dominio y capacidad de imponerse en un entorno hostil, aunque la frase terminó generando más polémica que aplausos.
Lo cierto es que la declaración ha dejado huella en la conversación pública: algunos la celebran como un gesto de respaldo incondicional, mientras otros cuestionan el uso de metáforas que, lejos de fortalecer la institucionalidad, alimentan la confrontación y el espectáculo político. En cualquier caso, la imagen de Cabal como “el animal más poderoso de la selva” ya se instaló en el imaginario mediático y promete seguir dando de qué hablar.
