El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, reveló que envió una carta al Departamento de Estado de EE. UU., la DEA y el FBI en julio de este año, denunciando lo que calificó como una “grave afectación institucional” tras el evento público “Un pacto por la Paz Urbana de Medellín”, realizado el 21 de junio y encabezado por el presidente Gustavo Petro. En dicho acto, el mandatario apareció en tarima junto a nueve cabecillas de estructuras criminales, presentados como voceros de paz.
Gutiérrez sostiene que la presencia de figuras como alias “Tom” y alias “Pesebre”, incluidos en la lista OFAC del Departamento del Tesoro estadounidense, representa una legitimación institucional de actores condenados por delitos graves como homicidio, narcotráfico y desaparición forzada. Según el alcalde, su salida de prisión no contó con autorización judicial y habría sido gestionada por la senadora Isabel Zuleta, del Pacto Histórico.
La carta, revelada durante el Congreso de Fenalco el 25 de septiembre, advierte que este tipo de acciones podrían poner en riesgo los avances en seguridad tanto en Colombia como en países aliados. Gutiérrez también denunció posibles filtraciones de operativos policiales que habrían frustrado capturas clave, lo que, a su juicio, evidencia una preocupante relación entre estructuras criminales y el actual gobierno nacional.
Por su parte, la senadora Zuleta defendió el evento como parte de un proceso de paz urbana iniciado hace dos años, en el que los voceros de las estructuras fueron reconocidos oficialmente por el presidente Petro. El caso ha generado un intenso debate sobre los límites del diálogo con actores armados y el impacto institucional de sus apariciones públicas junto al jefe de Estado.