La inclusión de Verónica Alcocer en la lista de sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Gobierno estadounidense ha desatado una tormenta política y mediática en Colombia. El presidente Gustavo Petro reaccionó con dureza, calificando la medida como arbitraria y grosera, y denunciando que detrás de la decisión existe un intento de romper la unidad familiar y golpear su movimiento político.
En una extensa publicación en su cuenta de X, Petro defendió a su esposa con argumentos personales y políticos. Aseguró que Alcocer no deriva ingresos públicos, que actualmente vive en un apartamento arrendado de apenas 40 metros cuadrados y que no es residente en Suecia, aunque realizó allí un curso intensivo de inglés. Subrayó que, como ciudadana europea, tiene derecho a trabajar y a mantener su intimidad, derecho que según él ha sido vulnerado por la sanción.
El mandatario afirmó que la inclusión en la OFAC le ha impedido ver a sus hijas, un golpe que atribuye directamente a la administración de Donald Trump, a la que responsabiliza de haber roto la unidad entre madres e hijas en miles de familias latinoamericanas en Estados Unidos.
Petro también rechazó las acusaciones que vinculan a Alcocer con el contrato de Saab, asegurando que nada tiene que ver con ese negocio y que los documentos pueden ser revisados públicamente. Insistió en que ni sus hijos ni hijas han tomado recursos del erario y que él mismo solo vive de su sueldo, como consta en sus cuentas bancarias y declaración de renta. Recordó que existen fotografías suyas con reyes, príncipes, empresarios y líderes mundiales, pero enfatizó que las imágenes que más abundan son las que comparte con la gente trabajadora y estudiosa.
“Ninguna foto con el Ñeñe, ningún obituario de Pablo Escobar, ningún caballo de los Ochoa, ningún dólar del narcotráfico en mis cuentas”, escribió, invitando a comprobarlo.
El presidente responsabilizó a la prensa y a líderes de la extrema derecha colombiana de haber intentado destruir la imagen de Alcocer, convencidos de que ella sería candidata presidencial de su movimiento. “La virulencia contra Verónica es porque creyeron que iba a ser la candidata y buscaron destruirla de la manera más sucia”, señaló.
