Durante una reciente alocución, el presidente Gustavo Petro volvió a ser objeto de comentarios y especulaciones sobre su estado físico y su manera de expresarse en público. En medio de su discurso, el mandatario afirmó: “no voy a seguir hablando porque pensarán que estoy loco”, frase que generó debate en redes sociales y entre sectores políticos, pues algunos interpretaron que sus palabras no estaban conectadas con la realidad del momento.
Cabe recordar que en otras ocasiones Petro ha reconocido públicamente que disfruta de “sus traguitos de vez en cuando”, aunque ha aclarado que nunca lo hace mientras ejerce funciones oficiales. Sin embargo, su apariencia física, la expresión de sus ojos y la variación en su tono de voz han alimentado la percepción de que en ciertos encuentros no mantiene la misma actitud, lo que ha dado pie a múltiples interpretaciones entre los colombianos.
En consecuencia, las declaraciones y gestos del presidente han abierto espacio para todo tipo de especulaciones sobre su comportamiento en actos oficiales. Aunque no existen pruebas concluyentes que respalden las acusaciones de supuesta ingesta de alcohol durante sus intervenciones, la reiteración de comentarios en distintos escenarios refleja un clima de duda y desconfianza en parte de la opinión pública, lo que convierte cada aparición en un foco de atención mediática y política.
