En uno de los episodios más tensos del gabinete de Gustavo Petro, los ministros Eduardo Montealegre (Justicia) y Armando Benedetti (Interior) protagonizaron una pelea que escaló hasta el punto de que Montealegre afirmara que Benedetti “debería estar preso por corrupto”. Todo comenzó tras una entrevista en la que Benedetti calificó al gabinete como “flojo” y “tibio”, lo que desató la furia de Montealegre, quien lo acusó de protagonismo mediático, de sembrar caos y de desprestigiar a sus compañeros.
La confrontación se intensificó en un chat interno de ministros, donde Montealegre lo llamó “fantoche”, “bufón” y “gallito de pelea”, y lo responsabilizó de filtrar información a la prensa y de entorpecer el proyecto de paz total. Benedetti, por su parte, respondió con distancia: “No le he hecho nada malo para que hable así de mí. ¡Déjeme quieto!”. La tensión se volvió pública y generó reacciones en todo el espectro político, con voces que cuestionaban la gobernabilidad del Ejecutivo.
Pero este martes, en un giro inesperado, ambos ministros se reunieron para tomar “el tinto de la paz” y sellar su reconciliación. El encuentro fue mediado por el exmagistrado Julio César Ortiz y el precandidato Roy Barreras. Montealegre sorprendió al regalarle a Benedetti un libro sobre estoicismo, afirmando que “es un hombre que lo practica” y que quería contribuir a su formación filosófica. Benedetti, entre risas, aceptó el gesto y agradeció el espacio para “congraciarse de nuevo”.