El presidente Gustavo Petro volvió a encender la polémica al insistir en su sueño de reconstruir la “Gran Colombia”, un proyecto que incluiría a varios países bajo un mismo parlamento y una presidencia compartida, muy al estilo de la Unión Europea.
Desde Santa Marta, Petro defendió su propuesta recordando las luchas de independencia lideradas por Simón Bolívar y aseguró que América Latina “no puede seguir siendo patio trasero de nadie”. En su discurso, el presidente aprovechó para lanzar dardos a Estados Unidos tras los recientes ataques en el Caribe, afirmando que la respuesta ante los abusos del norte debe ser la unión del sur.
El mandatario fue más allá y propuso la creación de comités ciudadanos que impulsen el proyecto desde abajo, sin depender de los gobiernos. “El poder constituyente es del pueblo, no de los presidentes”, dijo con tono desafiante, despertando aplausos entre sus seguidores y críticas entre sus opositores, que lo acusan de tener delirios de grandeza.
La idea, que muchos ven como un sueño bolivariano imposible, vuelve a dividir al país. Mientras unos lo llaman visionario, otros aseguran que está distraído en fantasías políticas mientras Colombia enfrenta problemas más urgentes.