La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Rosa Yolanda Villavicencio, anunció este lunes su renuncia irrevocable a la visa estadounidense, en un gesto de respaldo al presidente Gustavo Petro, luego de que Washington decidiera retirarle el visado diplomático. La canciller calificó su decisión como “un acto de dignidad” y “coherencia política”, en rechazo a lo que considera una medida arbitraria que vulnera la soberanía nacional.
La declaración fue emitida a través de su cuenta oficial en la red social X y ampliada en una rueda de prensa convocada a las 10 de la mañana. Villavicencio expresó que “Colombia se respeta” y que no aceptará que un poder extranjero condicione quién puede representar al Estado colombiano en escenarios internacionales. En su comunicado, la Cancillería acusó a Estados Unidos de violar normas diplomáticas y de utilizar el visado como herramienta de censura política.
La ministra recordó que, según la Carta de Naciones Unidas de 1945 y el Acuerdo de Sede de 1947, Estados Unidos está obligado como país anfitrión a garantizar el ingreso de delegaciones estatales. “Negar o revocar una visa como arma diplomática por disentir de las opiniones de un miembro participante atenta al espíritu mismo de la ONU”, afirmó Villavicencio, sugiriendo incluso que se debería considerar trasladar los debates multilaterales a una sede neutral como Ginebra.
Con esta renuncia, Rosa Villavicencio deja constancia de su lealtad al país y se suma a una creciente ola de funcionarios y figuras públicas que han decidido devolver sus visas en protesta por lo que consideran una intromisión extranjera en los asuntos internos de Colombia. Su decisión marca un punto de inflexión en la política exterior del país y refuerza el discurso de soberanía que ha venido promoviendo el gobierno de Petro.