Una imagen publicada por la congresista Lina María Garrido, ha desatado una tormenta política en redes sociales. En la foto, Garrido aparece señalando una rata a la que llama “Armandito Benedetti”, en alusión directa al ministro del Interior. El gesto, que forma parte de un video satírico, ha provocado la indignación de simpatizantes del gobierno de Gustavo Petro, quienes acusan a la congresista de promover discursos de odio.
La tensión entre Garrido y Benedetti no es nueva. Durante una plenaria en el Congreso, la representante lo acusó de ser “agresor de mujeres”, “drogadicto” y de haberse robado dinero público. Benedetti respondió con una denuncia por injuria y calumnia, pero la Corte Suprema falló a favor de Garrido, amparando sus declaraciones bajo la inviolabilidad parlamentaria. “Aquí estoy parada en la raya y usted no me va a callar”, expresó la congresista tras conocer el fallo.
La polémica se intensificó con las recientes declaraciones del ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, quien calificó a Benedetti como “fantoche, corrupto y de que pronto irá preso”. Estas afirmaciones han agudizado las divisiones dentro del gabinete y han puesto en evidencia las fracturas internas del gobierno. Mientras tanto, Garrido continúa su ofensiva política, usando el sarcasmo como herramienta para denunciar lo que considera una gestión marcada por el abuso de poder.
El episodio ha encendido el debate sobre los límites del discurso político y la libertad de expresión en Colombia. Para algunos, la imagen de la rata es una forma legítima de protesta; para otros, una provocación innecesaria. Lo cierto es que Lina Garrido ha logrado, una vez más, poner en el centro del debate a uno de los ministros más polémicos del gobierno Petro.