La tan sonada lista multicolor en Córdoba para la cámara de representantes, esa coalición de amores políticos imposibles, abrazos falsos y sonrisas de feria, hoy está más embolatada que nunca. Lo que hace unos meses pintaba como la nueva fuerza invencible del departamento, terminó pareciendo más una piñata rota que una alianza seria.
Muchos que ya se sentían con curul asegurada en la @CamaraColombia están a punto de quedarse viendo un chispero. Y es que en política, 2 + 2 nunca son 4: a veces da 5, otras da cero, y casi siempre termina en pelea por el botín.
El dominó se sigue moviendo y las fichas no están cayendo como esperaban. Entre egos que no caben en la misma foto, acuerdos que duran menos que un tinto y promesas que se las lleva el viento, el sueño multicolor empieza a desteñirse antes de tiempo.
Los liberales ya empiezan a hablar de conformar su propia lista a cámara, el clan Besaile – Bechara llevan su lista propia, la U toma fuerza y también se rearma, el conservatismo también arma su lista, y así se destiñe la multicolor, donde todo era flores y amores, pero partieron el florero.
En Córdoba ya muchos cuchichean que el reparto de avales, las alianzas exprés y los “yo voy contigo si tú vas conmigo” están dejando más heridos que ganadores. Y al final, más de uno podría terminar como las novias de Barranca: vestidos y alborotados… pero sin curul.