Miguel Quintero, hermano del exalcalde de Medellín y actual precandidato presidencial Daniel Quintero, respondió por primera vez a los señalamientos que lo vinculan con presuntas irregularidades en entidades públicas de la ciudad. Aunque negó tener poder contractual, admitió haber solicitado “ayudas” para personas cercanas a la campaña de su hermano.
Chats filtrados y testimonios en poder de la Fiscalía lo ubican como una figura influyente en decisiones de contratación en entidades como el Área Metropolitana y Metroparques. Mientras tanto, él insiste en que todo se trató de gestiones “por justicia” para quienes apoyaron políticamente a su familia. Sin embargo, los investigadores no descartan un posible tráfico de influencias.
Miguel también denunció una campaña de acoso en su contra, señalando que ha sido víctima de seguimientos, drones y hasta intentos de ingreso a su vivienda. Asegura que todo responde a una persecución política orquestada por sus detractores, y menciona al exalcalde Federico Gutiérrez como parte de una supuesta estrategia para desprestigiarlo.
Las autoridades también investigan el origen de su patrimonio, incluyendo una finca de alto valor cuyos gastos fueron compartidos por WhatsApp. Aunque afirma que todo fue financiado con créditos y recursos legales, las imágenes y registros en poder de la Fiscalía podrían contradecir su versión.